"Inmortal Randy Rhoads: the ultimate tribute", Varios

UDR
Grabado en Officestudios, Stagg Street Studio, Gilby Clark Studios, The Greene Room.
Masterizado en Maor Appelbaum Mastering.
Producido por Bob Kulick
A&R, productor asociado: Kelle Rhoads
Ingeniero de grabación: Brett Chassen, Gilby Clarke, Marc Greene, Mark Abbattista, Masciandaro
Productor ejecutivo: Todd Singerman
Mezclado por Brian Virtue

Editado el 26 de febrero de 2015

Bajo, Rudy Sarzo
Batería, Vinny Appice, Frankie Banali, Brett Chassen, Vinny Appice
Guitarra, Tom Morello, Jon Donais, Alexi Laiho, Doug Aldrich, Bruce Kulick, George Lynch, Dweezil Zappa, Joel Hoekstra, Gus G, Brad Gillis, Bernie Tormé
Voz, Serj Tankian, Ripper Owens, Chuck Billy, Kelle Rhoads
Teclados, Kelle Rhoads

Tenemos que partir de un puerto en el que esté anclado el amor por la música para partir rumbo a un viaje de placer y emoción con música y músicos que dejan bien alto el legado de uno de los mejores guitarristas de la historia del heavy metal mundial. La selección de temas giró en torno a las dos bandas en las cuales creó e interpretó sus temas el homenajeado: Quiet Riot - de la cual fue uno de sus fundadores - y Ozzy Osbourne. ¿Qué decir de la selección de músicos? Ninguno desentonta ni está fuera de foco. Podríamos pensar de antemano que el vocalista de SOAD no estaría en sintonía con el estilo pero al escucharlo en "Crazy train" - primer tema -, despeja cualquier dudas que pudiese existir. El hermano de Randy canta un tema, "Back to the coast" de Quiet Riot el cual coescribió con su hermano, y toca el teclado en otro, "Mr. Crowley" de Ozzy Osbourne en donde se luce el vocalista Chuck Billy (Testament). Ripper Owens canta en la mayor parte de los temas y lo hace de manera estelar. Rudy Sarzo, ladero fiel de Randy an ambas bandas, le saca filo al bajo en todos los temas ya que es el único bajista que toca en el álbum. "Over the mountain" es una aplanadora con una base demoledora bajo-batería (Sarzo- Banali) que le dan el espacio exacto a un Jon Donais (Anthrax) que impacta desde las seis cuerdas. George Lynch demuestra que sigue siendo el mismo de los años dorados de Dokken en "I don't know". Todos y cada uno de los músicos que tocan en el álbum están a la altura de la convocatoria y del artista a homenajear. El sonido aggiornado no le quita la escencia a cada tema puesto que mantienen el mismo espíritu y tal vez la voz de Billy, al ser tan distinta a la de Ozzy, le de un toque diferente aunque no por ello pierde escencia. Ses han hecho varios discos homenaje a Randy Rhoads pero seguramente el que nos ocupa sea uno de los más interesantes, tal vez por el presupuesto y la época. Imprescindible para todo amante de la mejor música del universo.